La pandemia cambió la forma de trabajar en España e impulsó el teletrabajo y las relaciones laborales flexibles, acompañadas de culturas corporativas que priman la confianza y la autonomía del trabajador, frente al presencialismo o “calentamiento de la silla”. Pero, aunque muchas actividades se pueden realizar en remoto, muchos empleados han tenido que volver a la oficina. E incluso muchos lo prefieren porque echan de menos interactuar presencialmente con otros, en unos casos, y contar con condiciones óptimas para concentrarse, en otros.
Eso sí, la oficina ha pasado de ser el lugar al que tienes que ir, al espacio al que quieres ir. Por ello, las empresas buscan cómo hacer que sus trabajadores quieran pasar más tiempo en sus sedes corporativas. Se hace imprescindible que las oficinas estimulen a sus plantillas, potenciando su bienestar y su productividad. Eso es el workplace del futuro.
La crisis sanitaria provocó grandes cambios en nuestras vidas y también en el tejido empresarial: cada día más empresas están haciendo cambios en la configuración de sus oficinas y buscan espacios más flexibles y versátiles, y también soluciones de home office para facilitar a sus trabajadores un equipamiento para el teletrabajo que tenga la misma calidad que el mobiliario que cuida de su salud en la oficina.
Según un informe de Steelcase, asociado de FAMO, el 55% de los trabajadores, a nivel mundial, desean trabajar en la oficina siempre y cuando los espacios les hagan sentir cómodos y motivados. Es importante que su experiencia sea fluida y agradable. Para ello, es necesario crear zonas abiertas y compartidas donde se favorezca la colaboración entre los trabajadores. Porque la pandemia nos ha recordado que los seres humanos somos sociales y necesitamos a la comunidad.
El futuro del mobiliario de oficina
La configuración de espacios sociales para la interacción es uno de los factores que están teniendo un gran impacto en el rediseño de oficinas y en el mercado de muebles de oficina, y así seguirá siendo en los próximos años.
Pero, hay otros que impactarán igualmente, como los siguientes:
Se redefine el propio concepto de la oficina. Será un hub y un hogar al mismo tiempo. Es un punto focal para la creatividad y el desarrollo de ideas juntos. Es un lugar donde la gente se sienta cómoda y con el que se pueden identificar.
Prácticas sostenibles en los procesos de fabricación. Esto se debe principalmente a la creciente concienciación de los consumidores que está dando como resultado una mayor demanda de muebles ecológicos, fabricados bajo el modelo de producción de economía circular. Esto implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. Esta fue una de las tendencias protagonistas de la pasada edición de Orgatec, como recordamos en este post anterior.
Espacios de oficina informales. Las organizaciones están creando espacios de oficina informales para impulsar un entorno colaborativo entre colegas y aumentar las interacciones sociales.
Mobiliario de trabajo inteligente. Los avances tecnológicos y el aumento de problemas de salud debido al estilo de vida sedentario de los empleados han provocado una mayor demanda de muebles inteligentes para el lugar de trabajo que brinden conectividad a Internet y promuevan una mejor postura y apoyo al movimiento.
Signos de recuperación. Aunque el comercio internacional de muebles de oficina se ha visto afectado en gran medida por la pandemia de COVID-19, muestra desde hace meses signos de recuperación.
Oportunidades en el home office y en el “tercer espacio”. La demanda de soluciones para estos espacios de calidad y diseño, y que sean saludables para las personas, plantea interesantes oportunidades de crecimiento para el sector del mueble y el equipamiento de oficinas.