El confort acústico es uno de los desafíos que más preocupan a los diseñadores de oficinas, especialmente en los espacios laborales configurados en open space, por su impacto en el bienestar y el rendimiento de los trabajadores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido ambiental es el segundo mayor causante de enfermedades a nivel mundial, tras la contaminación atmosférica.
Confort acústico, el desafío de los estilos laborales actuales
Una buena acústica no es solo imprescindible para la salud de los trabajadores; resulta fundamental también para dar soporte a los nuevos estilos laborales basados en la comunicación y el trabajo en equipo.
Las formas de comunicación jerárquicas del pasado se han convertido en modelos de intercambio fluidos. Las empresas buscan mejorar la colaboración en sus oficinas al mismo tiempo que se asignan menos espacios privados. Pero estos entornos laborales más sociales no contribuyen a preservar ni la privacidad ni la concentración. La clave para hallar el equilibrio está en habilitar diferentes espacios -unos para la colaboración y otros para la concentración- y en comprender de qué manera los distintos elementos pueden afectar el nivel de ruido.
El confort acústico en oficinas se logra cuando el lugar de trabajo proporciona un nivel de ruido apropiado tanto para la interacción fluida como para la confidencialidad y el trabajo de concentración.
La clave es analizar quién va a usar el espacio, qué grado de privacidad se necesita en diferentes momentos y espacios, y de qué manera los distintos elementos de la oficina pueden afectar la acústica. Una premisa simple es mantener las áreas más ruidosas lejos de aquellas que necesitan un ambiente más tranquilo.
Cómo conseguir el confort acústico en la oficina
¿Cómo lograr el confort acústico en oficinas? El principal aspecto generador de molestias son las conversaciones. En los despachos, es posible garantizar la reducción del ruido de las áreas adyacentes mediante la insonorización del espacio. En oficinas de tipo abierto, esto se puede conseguir mediante el tratamiento acústico del techo, paredes y suelos. En estos espacios se puede lograr una mejora muy importante con mamparas separadoras.
Las mamparas separadoras de espacios generan zonas de trabajo para fomentar la concentración y evitar la interferencia de ruidos. Además, también son prácticas para diferenciar zonas de trabajo de aquellas que son de descanso o de reuniones informales.
El mobiliario, clave en el confort sonoro de la oficina
La selección de paneles y el mobiliario de oficina es una decisión muy importante en la creación de un espacio acústicamente confortable, tanto por sus materiales -cuanto más absorbente sea el material se alcanzará un mayor confort sonoro- como por su disposición.
Cuanto más diáfano es un espacio, mayores son los problemas de confort sonoro. Por ello, son muy funcionales los muebles que incorporan sistemas aislantes, como el de la imagen.
Los biombos separadores son también muy utilizados en diferentes espacios, pues ofrecen una gran funcionalidad al eliminar una parte de los sonidos que hay alrededor y, a la vez, generan zonas diferenciadas con una inversión mínima.
Los separadores de mesas de oficina proporcionan igualmente cierto nivel de privacidad y un espacio semicerrado que ayuda a la concentración, en uno de los espacios en los que más se necesitan: en las áreas de puestos operativos.
Otro elemento cada día más frecuentes en las oficinas son las Cabinas de Oficina insonorizadas. Crean un microambiente especializado y controlado que elimina distracciones (pudiéndose incluso utilizar como phone booth de oficina), aumentan la productividad y pueden proteger a los empleados si llevan incorporados sistemas para la eliminación las bacterias y virus en el aire y en las superficies.
Son solo algunos ejemplos; hay muchos elementos del mobiliario de oficina -y nuevos materiales- que funcionan como óptimos aliados de ese objetivo de lograr el máximo confort acústico en la oficina, en definitiva, de orientar la arquitectura y su equipamiento hacia el propósito de crear espacios que proporcionen calidad de vida a sus habitantes.