La Generación Z, jóvenes nacidos a partir de 1993, empieza a asomarse al mundo laboral, y muchos ocuparán puestos de trabajo que aún no existen.
También catalogados como centenial, por haber venido al mundo en pleno cambio de siglo, llegaron con una tablet y un smartphone debajo del brazo. Son independientes, dinámicos y consumidores exigentes. Hoy en día hay 2.400 millones de centenials, por lo que representan el 32% de la población mundial.
Se están encontrando con un mercado laboral precario y que les expulsa. Han visto cómo sus predecesores acumulaban títulos universitarios y másteres, para no conseguir trabajo o incorporarse a un trabajo de baja cualificación, y “esto les ha hecho extremadamente críticos con las reglas del juego. Es una generación crítica y selectiva”, según el Observatorio Generación & Talento.
Según describe este Observatorio en su estudio “Diagnóstico de la Diversidad Generacional”, han nacido o crecido en plena recesión, índices de paro galopantes y una sensación apocalíptica provocada por el cambio climático.
Han observado los errores de sus antecesores y tienen mayor sentido de la responsabilidad. Han vuelto a poner de moda la reivindicación social y el compromiso por ayudar a los demás.
Son los llamados nativos digitales, y viven conectados, lo que influye en la forma en cómo ven el mundo sin barreras, y cómo se comunican con él. Internet forma parte de su ADN. Se relacionan creando comunidades virtuales, con las que genera lazos fuertes. Su forma de enfrentar y resolver los problemas es por tanto en conjunto.
Al entender mejor la tecnología “se dan cuenta que pueden hacer las cosas mejor de cómo las hacemos nosotros”, subrayan desde el Observatorio Generación & Talento. Y, al contrario de lo que se piensa, no son seres solitarios con poco apego emocional a las amistades, siempre están en contacto con su comunidad y alimentan la fraternidad a otro nivel.
Se caracterizan también por ser extremadamente creativos en su incansable afán por innovar.
¿Qué retos plantea la Generación Z a las empresas?
La llegada de los jóvenes de la Generación Z al mundo laboral va a obligar a las empresas a ser más flexibles y a convivir con la tecnología de forma natural.
Otros retos relacionados con la atracción y retención del talento de esta generación son: Trabajar equipos en red y promover su relación en comunidades en online; gestionar su escepticismo a las normas y a las jerarquías y poner en valor su creatividad y las ganas de innovar.
Estos nuevos trabajadores reclaman también una cultura laboral flexible, que permitan la conciliación, transparente y plana.
Los espacios laborales de la Generación Z
Estos desafíos están estrechamente relacionados con el diseño de los espacios de trabajo. Las empresas necesitarán contar con entornos laborales que respondan a las demandas de esta nueva Generación y que les faciliten la superación de estos retos.
Serán, por lo tanto, irrenunciables los espacios que faciliten el trabajo colaborativo; que permitan su flexibilidad y autonomía y que potencien su creatividad, entre otros aspectos. La oficina de los centenial tiene que ser eminentemente social, y sin barreras jerárquicas.
Por otra parte, es una generación muy motivada socialmente y comprometida con su entorno ambiental y social. Por lo tanto, las oficinas deberán responder a su compromiso, no solo incorporando la sostenibilidad en todos los parámetros de su diseño y equipamiento sino transmitiendo además que la empresa también comparte el mimo compromiso de futuro que sus empleados. El rol de la oficina como escaparate de la marca alcanzará mayor valor que nunca.
Según Forbes, el 60% quiere un empleo que impacte al mundo, el 26% hace algún tipo de voluntariado y el 76% se preocupa por el impacto que tiene el ser humano en el planeta.